Si no te encuentro. ¿Dónde está casa?

domingo, 13 de noviembre de 2011

Noviembre y tú?

Le cortaba la garganta. Le impedía gritar. ESTABA SIEMPRE ALLÍ. Los días de invierno le iban calando los huesos resbalosos y la punzante decepción del abandono de su persona los últimos meses, la iban dejando, lógicamente, rota. Había pasado meses entre sus tornillos mentales que iban apretando poco a poco su mente enferma, reflejandolo en su, cada vez más,cadavérica figura. Su mente se encontraba entrometida entre sueños de escapar y con la poca ayuda de la gran puta de esquina que puede ser la realidad,sus neuronas decidieron darse un break. Dejaba atrás los deseos de ser alguien de liga. La verdad es que ahora me pregunto como dejo de ser tan frígida en los aspectos del querer, cuando sus piernas al abrirse, lo menos, frígidas.
Él era una incógnita que ella ya había resuelto hace unos años, pero el punto es que no la dejaba en paz, no, no es que él no lo hiciese,era ella la que no podía parar de alguna u otra manera barbara de pensar en su calor cuando tenía frió,y es que por lo que ella alguna vez me dijo, a decir verdad, Él tenia un miembro masculino bastante generoso, pero según nada que no hubiese podido ver o probar antes. Pero lo que quiero decir, es que vamos, que ella seguía volviendo a esa misma cama con mancha de vino al reverso, y ella le pedía que siguiese viniendo a la cama donde estuviese en ese momento. Eso si, el sexo era maravilloso y hombre alguno la había cazado en la cama con tales tácticas taciturnas de placer.Pero no, no eran por esos asuntos que ella estuviese enganchada. Es que simplemente él siempre supo, que ella era para él.
Sus intentos fallidos de alejarse de él e incluso sus inhibiciones emocionales, parecían ir bien encausadas al destino idóneo creado por la mano del destino suya y nada más que suya, pero eso era solo lo que ella creía.
No sé como decidió un día dejar de luchar por el sentimentalismo bruto y absurdo de soledad que tenia planeado. No sé como ha perdido la cabeza. No sé como ha perdido la cabeza por él. Joder, con la fuerte que se hacía que era, y ahora solo me río de ella, porque siempre le dije que terminaría con él. Ella se negaba y ahora, se ha jodido.
Ella siempre será de él.
Ella no es hoy ni mañana. Porque ella siempre ha sido él. Porque se ha arrojado al precipicio, le han salido alas y el corazón se agarra fuerte.
Ella siempre será de él.

martes, 21 de junio de 2011

Con ti. go

Como si nada.
¿Sabes lo que haré mañana? Que me tienes esperando, como la golondrina para emigrar. Como un corazón que suspira.
Que habla, y que habita.
Me haces sentir en vivo, y a todo color.
Infame, desalmada, vida hija de puta, que solo por tu estar en ella, ya somos hasta amigas.
¿En que me he convertido? ¿Si no en ganas de estar contigo?
maldita infame hija puta, ya me has convencido.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Sueños...Supongo.



¿Y Si te cuento que estallo por dentro?
Dentro tengo la excusa que eres tú para destartalar esto que siento.
Siento se erizan los pezones, con el rose de tus palabras, ocacionales, que es lo único que tengo, para recorrerme entera. No sé si lo sabes, no lo sé.
Se me manchan las mejillas, al entrar al calor de esa habitación con la lluvia afuera.
Afuera neva, llueve, "retruécanea", yo corro y me refugio en sueños, que no son más que la realidad que me invento yo, no te conozco tanto, adorable ser finito.
Finito el momento en que te sueño, en el que te invento mil caras, porque no he podido ni si quiera tocarte.
Tocarte, ¿qué decir de tocarte?
Tocarte nisiquiera en sueños aún, ni en sueños.
Sueños...solo sueños.

miércoles, 26 de enero de 2011

Sumergir.

Tengo los días llenos de letras, de sudor, de risas contenidas, de conversiones para mañana. Siempre a la misma hora.
Y caigo lentamente en trance, dilatando en pensamientos, cada vez más constantes,impetuosos, lo odio, porque no lo finjo y me enredan, me entretienen, Y confundo tu risa con la lluvia que cae en el patio imaginario de mi mente, de baldosas amarillas, y de árboles de arándanos. Confundo tu voz con el ventilador, que me hace imaginar las cosas que me dices, como cuando un sonido es constante, y le pongo yo las palabras.
Dónde jugamos con caracoles. Donde no existe nada más. Donde mis pechos son tu almohada, donde tu cabello es mi mar. Donde todo esto me lo invento sin más.
Mi nombre capicúa, en tus sueños. Y tú imposible, mi quimera.